DE TODO SE ENCUENTRA UNO EN EL CAMINO, POR DESGRACIA SIGUE EXISTIENDO EL CACIQUISMO Y LOS QUE PIENSAN QUE AL CONTRATAR A ALGUIEN PUEDEN COMPRARLO

DE TODO SE ENCUENTRA UNO EN EL CAMINO, POR DESGRACIA SIGUE EXISTIENDO EL CACIQUISMO Y LOS QUE PIENSAN QUE AL CONTRATAR A ALGUIEN PUEDEN COMPRARLO:
Es una historia un poco larga de contar pero…para entenderla bien creo que debo empezar “por el principio” y estas cosas hay que contarlas.

El año pasado (2013), a través de un amigo, me puse en contacto con un tipo que regentaba una terraza de grandes dimensiones y quería programar actuaciones variadas pero necesitaba de alguien que le asesorara y lo organizara todo. Me habló de los precios con los que quería trabajar y tirando de artistas-amigos y de mi mismo le configuré una muy buena programación a muy bajo coste (me encargué de la  ”contratación” de los artistas, el montaje del equipo de aquellos que no disponían de él, coordinación entre ellos cada día de actuación y diseño del programa en el que se incluían también los eventos programados para ese verano por el ayuntamiento).

Como había muy poco presupuesto, no cobré comisión a ninguno de los artistas ni al “cliente”, me parecía que si rascaba algo del caché que le quedaba a los artistas por actuar allí estarían trabajando por demasiado poco así que mi comisión consistió en que yo mismo actué dos veces ese verano y cené gratis allí un par de veces.

Aún así, hubo un par de detalles feos a los que no les di demasiada importancia ya que en este trabajo ya se sabe que hay que tratar con gente que no sabe lo que en realidad conlleva ni todo el trabajo que hay detrás. Un día por ejemplo, me presenté allí para dar mi concierto y cuando ya estaba todo casi montado me dijo que en vez de tocar, hiciera uno de mis guateques absurdos, así que tuve que reestructurarlo todo y pedir a mis padres que echaran el viaje con los ordenadores y algunos elementos necesarios para salir del paso.

Pero bueno, el verano de 2013 pasó y todo concluyó bien.

En Mayo de 2014 me puse de nuevo en contacto con G.S.L. (así se llama el gerente y ”Dueño” de la Terraza ubicada en el Parque Municipal de Pozo Lorente), me comentó que quería programar actuaciones para el verano pero sin gastarse más que el año pasado, o sea, de nuevo no había dinero para pagar unos cachés decentes y yo poder cobrar una comisión como organizador, pero bueno, el trabajo, trabajo es.
Le pasé las propuestas y fue modificando cosas hasta que todo le gustó. Una vez más, tuve que hacer el programa de lo que programaba él y de lo que programaba el ayuntamiento, tanto allí como en otras localizaciones del pueblo. Después de tres o cuatro versiones y unas cuantas modificaciones se aprobó el diseño que envié a imprenta.

Comenzó la programación y tras una de las primeras actuaciones a mi me hizo unos comentarios y a un amigo en común otros totalmente diferentes, por cierto, un tanto altaneros y despreciando mi trabajo y el del artista en cuestión, otro de los artistas, tras tratar con él me comentó “vaya un tío chulo, prepotente e irrespetuoso” y unos días antes de mi concierto (el que entre otras cosas era “mi comisión” por el trabajo de la organización) ya tuvimos un pequeño desencuentro:

Me dijo que para la noche de mi concierto tenía reservada una mesa con 70 mujeres y que “tenían que bailar”. Le dije que mi concierto podía hacerlo animado, meter 4 o 5 rumbas, temas cantables, cachondeo…, pero no le convencía. Me dijo que si eso, hiciera mi concierto y después “pusiera discos” para que bailasen. Le dije que yo o tocaba o pinchaba y le sentó mal, pero me dijo que tocase a ver si era capaz de hacerlas bailar…

(Obviamente esto, yo ya me lo tomé como otra falta de respeto hacia mí y mi trabajo, pero bueno, el trabajo, trabajo es).

El día del concierto (15 de Agosto), hubo problemas porque en el mismo sitio y a la misma hora el ayuntamiento había programado otro evento. G.S.L. dijo que él no tenía porqué preocuparse de nada de eso, que para eso ya estaba yo (os recuerdo que yo no cobraba ni comisión ni nada, solo tocar). Hablando con Graciano (el concejal de cultura de Pozo-Lorente) y la compañía cuya actuación coincidía con la mía conseguimos solucionarlo (ellos cedieron y me dejaron a mi montar sobre el escenario y ellos montaron justo delante adelantando su actuación media hora y retrasando la mía otra media).

Lo que desató el desastre fue la tormenta que dejó el cielo caer sobre nosotros a eso de las 21:15 y que no cesó hasta las 22:00 o 22:15, no recuerdo bien. Lo que sí recuerdo es correr bajo la lluvia para “rescatar” las guitarras, tapar los micrófonos, la mesa de mezclas, los altavoces, los focos, los dimmer, los libretos, el resto de instrumentos, cortar la corriente, etc.

Para cuando terminó la tormenta, el agua había corrido por el escenario, se habían mojado varios elementos del montaje con diferente valor (algunos aún no se si funcionan, estamos en ello):

Dos micrófonos (160€)
Un dimmer (250€)
Un “altavoz” (500€)
Varios libretos (unos 30€ + al menos 10 ó 12 horas de trabajo)
Un bombo peruano artesanal (No sabría calcular su valor, pagué por él 50€ pero está comprado en Lima, Perú)
Un par de cables (unos 45€)

La lluvia dio un respiro y la compañía con la que había coincidido ese día comenzó a evaluar sus daños y recoger sus cosas (ya habían confirmado la suspensión del evento con el ayuntamiento).

(En éstos casos, si el artista o la empresa contratada “ya ha montado el equipo”, se le paga la totalidad del caché acordado y si el evento se suspende antes de montar se paga la mitad, dependiendo un poco del caso).

Subí al escenario a evaluar mis daños y vi que la gente que quedaba de la terraza estaba siendo “reubicada” para continuar con sus cenas en el restaurante situado a unos 200 metros de la terraza, también regentado por G.S.L. y temiendo que éste se fuese con el público y me quedase yo allí solo sin dejar claro como quedaba el asunto (era fácil que desapareciera, ya por la tarde cuando estábamos montando el escenario y viendo que hacíamos con lo de compartir espacio, pasó de largo por al lado nuestro si ni siquiera saludar) me dirigí a hablar con él. 

Tardé un buen rato en conseguir tenerlo delante ya que me esquivaba, se metía por aquí, salía por allá, hablaba con éste, etc…

Ya lo cogí y le dije que qué hacíamos, que el escenario estaba con un dedo de agua, los cables mojados, las regletas de corriente llenas de agua (ésta mañana aún chorreaban), le dije lo que se me había mojado y se quedó como si tal cosa y se dio la vuelta a hablar con una chica que había allí al lado. 

Lo volví a llamar y ya le dije:
-Supongo que no habrá problemas con el caché por lo que ha pasado..
Y me respondió:
-Lo del caché habrá que hablarlo porque aquí, si yo pierdo perdemos todos.
Le dije que eso no podía ser así y me dijo:
-Tú vienes mañana, haces tu espectáculo, te pago lo de mañana y lo de hoy ya lo veremos
A lo que yo le dije que “lo de hoy había que verlo hoy y mañana ya veríamos”.

En este punto empezó a gritar y a ponerse violento, a decirme que yo, ni era hombre ni tenía huevos por querer “cobrarle sin trabajar”.

Le dije que llevaba allí trabajando desde las 5 de la tarde y que en el escenario tenía otros 10.000€ en equipo expuestos a la lluvia porque él me había contratado.

Le pregunté si pagaría a sus camareros a pesar de la lluvia, me dijo que SI, y le recordé que a mí me había contratado igual que a ellos y le recordé que si hubiera sido al revés y hubiera tenido a 2.000 personas bebiendo y bailando en mi actuación, él no me habría pagado más de lo acordado, a lo que me dio la razón porque ya habíamos acordado un precio, entonces le dije:
Exacto, hemos acordado un precio, págame.

A continuación se echó sobre mi, gritándome a un par de centímetros de la cara, escupiéndome al gritarme y dándome golpes en el pecho y en el hombro, insultándome e incitándome para que le empujara y/o se iniciase una pelea. Diciéndome que:

-Él tenía más huevos que yo, más clase y mucho más dinero 
(he ahí al descubierto su escala de valores).

Le pregunté una vez más:
¿Me vas a pagar?
-No, me dijo.
-Pues atente a las consecuencias, le respondí
-¿Qué vas a hacer?, preguntó
Le dije que le iba a hacer una “estupenda publicidad” y ya tendrás noticias mías.
Se quedó ladrando y me fui a recoger mis cosas.

(A todo esto, la bronca tuvo lugar en medio del público, con mis padres delante, mi novia, sus camareros, la compañía de teatro, clientes, etc…)

Mientras recogía el escenario, en compañía y ayuda de mis benditos padres y mi impagable novia (El Espíritu de Willy ), comenté (queriendo que lo escuchasen los camareros) que el lunes mismo iba al juzgado a iniciar un procedimiento de apremio por impago.

Recogimos y antes de irnos me volví a acercar a él para preguntarle si las cosas quedaban tal cual habían quedado o rectificaba. Me pagó una parte de lo acordado mientras apuntaba lo poco hombre y lo poco profesional que era al querer cobrarle por un trabajo que no había hecho y las tablas que me faltan en estas cosas.

Obviamente ha sido suspendida la programación en este sitio, tanto mis actuaciones como las de los artistas que iban a actuar mediante gestión mía. Hubo más insultos y más malos gestos pero podrían salir de aquí 2 o 3 páginas más y no es cuestión.

No quiero olvidar quitarme el sombrero ante mis padres por no querer irse de allí hasta que yo me hubiera marchado por si éste hombre se ponía más agresivo o intentaba algo, y a mi novia por estar en todo momento a mi lado apoyándome y ayudándome. Dando la cara ante semejante personaje.

Siento la parrafada pero no he podido condensarlo más y quería explicarlo todo lo mejor posible.
Un saludo.

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